Lea el texto y responda.
La quimera del oro
Mientras descendían por el ribazo cojeando dolorosamente sucedió que el hombre que iba en cabeza se tambaleó entre el caos de rocas. Los dos estaban fatigados y débiles; sus rostros contraídos tenían aquella expresión de paciencia que confieren las privaciones largo tiempo soportadas. Iban pesadamente cargados, sujetas a sus hombros colgaban unas correas; otras correas pasaban sobre su frente y les ayudaban a sostener el fardo. Cada uno de los dos hombres llevaba un rifle y caminaba encorvado; los hombros hacia adelante, la cabeza inclinada, la vista clavada en el suelo.
—Me gustaría tener un par de los cartuchos que perdimos en nuestro escondrijo dijo el segundo hombre.
Su voz era inexpresiva. El otro no contestó.
Cruzaban ahora —el que había hablado pegado a los talones del otro— la corriente que espumeaba, lechosa, entre las rocas. No se habían quitado las botas, puesto que el agua estaba helada hasta el punto de que les dolían los tobillos y sus pies se entumecían. En algunos lugares el agua discurría contra sus rodillas y los dos vacilaban buscando dónde asentar el pie.
Jack London
¿Cuál es la razón de que los hombres tienen una expresión de paciencia?